enero 26, 2019

Pausa



Hace tiempo que no había escrito para mí. Quería no hacerlo, esperar sin palabras. Ha pasado ya bastante desde lo último que escribí por acá. Es chistoso cómo voy elucubrando el futuro, tomarlo como algo lejano; tan lejos, sobretodo, de un presente continúo. Así como los políticos pintan el pasado y pretenden convencernos de lo que va ser después, muy después. Es curioso cómo días atrás me vi reflejada en un estudio académico, ahí se investigó de qué manera sobreviven los jóvenes universitarios; me quedé perpleja, en él estaba yo y muchos que conozco. Cómo es posible, me preguntaba, si cada uno de mis amigos lo hemos hecho de formas tan diversas; cómo la precariedad nos llegó a todos, aunque de maneras matizadas, he de admitirlo. El silencio en este caso, pienso que fue uno de los efectos de mi inmovilidad, aún no logro descifrar  con claridad cómo pasó, ahora sé que me paralicé en el tiempo y que en aquel tiempo no me daba cuenta de mi atoramiento, simplemente estuve. Ya comienzo a dividir eso que  pasó de lo que está pasando; no quiero que se me vuelva a ir de las manos. Y aquí estoy a pesar de todo. También sé que “estamos”. Yo no quisiera idealizarlo, me rompe el corazón pensar "si ya no estamos" e imagino que es una de las causas por las que me mantuve en pausa. Quiero decir que me gustaría seguir juntos, pero ya distinto. Más claros, más fuertes y más prácticos. Quiero ser libre y autónoma; quiero que seas libre y autónomo. Compartirnos en reciprocidad y marcar distancia, poco a poco, de aquella patología que se adueñó de eso que ya pasó. 

Gracias por quererme libre y autónoma, cada que sé algo de ti me lo dejas saber entre líneas. Como soy más visceral, te lo dejo saber aquí, en explícito. 

abril 12, 2018

re-comenzar

La sensación de hacerlo todo mal y lento y mal. Luego de no hacerlo y de repetirme que sí lo haré hasta el infinito. Bien, pronto, pero no ahora. Sí, es un chiste, malo, muy malo. Porque no lo hago, porque me hace sufrir.
Me da curiosidad husmear en el pasado, recordar qué era lo más motivante y cómo construía expectativas acerca del futuro.
Lo estoy diciendo todo muy atropellado. Representa un consuelo saber que este soliloquio mantiene un orden en mi cabeza y expresarlo se convierte en un verdadero  alivio.
Hace un par de días ¿semanas?, me empiojé. Es horrible saber que hay un montón de parásitos en tu cabeza y que se multiplican. Yo me autoengañaba comprando mil y un remedios en contra de la caspa. La caspa más maligna por la que mi cuero cabelludo había atravesado. Eran viles piojos, qué asco y qué vergüenza, espero no haber contagiado a nadie y maldigo a quien me los pegó. Rascarme en la cabeza de por sí ya era un tic y ahora es otro chiste malvado en mi vida.
Ya no sé qué decir, espero puedas leerme sin rascarte y que ningún otro piojo se interponga ante mis cabellos y todas esas cortesías que uno se dice después de no verse desde hace mucho tiempo.

septiembre 04, 2016

Despedida

Todo comenzó con el anuncio del doctor C. de dejar parasiempre el país. 
En ese momento me apareció la nostalgia de ya no verlo con vida en el futuro, ya que el doctor C. cumple noventa y ocho años de edad en dos meses.
Pensé en cómo nos despedimos de la vida; de los vivos. 
En mi caso, soy tan despistada que, seguramente lo voy a dejar para un futuro que ya no alcanzaré. Tampoco es que esté deseosa de despedirme. 
Lo que sí, es que el doctor C. concedió un momento de su apretada agenda de catedrático para hacernos saber que dentro de poco saldría de regreso a su tierra natal y me pareció un buen gesto de su parte.

Te vamos a extrañar todos doctor C., tú no lo sabes pero atesoro los pocos momentos que estuve cerca de ti y tu esposa en mi memoria.

agosto 08, 2016

Cárcel

Últimamente me la paso preguntándome cómo voy a ser el próximo año, y el próximo y el ... así. 

Cuando caigo en cuenta de que no tengo forma de saberlo, recuerdo por qué no me gusta pensar en el futuro lejano. 

Odio el futuro lejano.

La cosa es, que la mayor parte del tiempo me asfixio al sentirme en una sucesión infinita de cárceles. Entiéndase cárcel como cada espacio donde almaceno los deberes (obligatorios). Y de verdad, espero que la cadena infinita de cárceles no tenga qué ver con el maldito futuro lejano, lo espero con todo mi corazón.

*No, ustedes no están en las "cárceles" junto a los "deberes" (obligatorios). Reconozco que a veces los trato como tal, pero después reacciono: ustedes son mis "deberes" (satisfactorios) y los quiero por ello. Gracias.*

noviembre 28, 2015

Qué maldita afortunada

A pesar de que estoy
en medio de una avalancha bestial
de tareas y pendientes
reconozco que
a no ser por la conspiración del universo
nada de esto podría seguir sucediendo.

Gracias por encontrarme
invitarme al "seminario de microhistoria"
abrazarme con tanto cariño
despertar conmigo
y acompañarme 
en el periodo más determinante
de los últimos meses.

Me haz dado tanto
que no sé cómo corresponderte.
Lo quiero hacer
no como forma de pago
sino de solidaridad recíproca.

Prometo ser más atenta
leerte más y de mejor manera.
Te quiero porque eres tú
porque me invitas a ser yo
y porque nada más importa.

octubre 23, 2015

25

Hace dos días cumplí 25 años, aún no estoy segura si pudieron ser mejores o no y creo que será una de las tantas preguntas que volverán cada vez que aumente el marcador de los años de mi vida.
Estos veinticinco años me han servido para valorar y creer en varias cosas. Por ejemplo, creer en la vida misma. Y aunque la experiencia siempre confirma que el hecho de aumentar no supone un proceso lineal ascendente, sí estoy segura que supone la acumulación de experiencias.
Gracias a quienes han compartido algo en éstos 25; a los que están y ya casi se van, a los que se fueron, a los que vendrán, a los que han estado siempre...
Y bueno, sólo quiero agregar que mis veinticinco son muy valiosos porque descansan entre la incetidumbre y la innovación, porque eso que aún no pasa es tan provocador, que hace que todo valga la pena.

julio 25, 2015

Ah, el tiempo

Casi en el olvido "Amor a la vainilla". Sí, tal vez se debe a que estaba "un poco" muerta. Frase que además se convierte en una forma rídicula de negar todo lo maravilloso que ha sido [...] en fin, no pretendo romantizar ni exagerar lo que no es.

Es curioso no tener entradas en este año ¡Es casi AGOSTO!

Me entusiasma saber que aún tengo lectores, jaja es un poco miserable pensar en función de quien me lee; pero tampoco es como que vaya por la vida evitando hacer cosas que en apariencia son extrañas.

Así de revuelta está mi mente, así de revuelta como éste soliloquio.

Dos mil quince es raro. Es el año en el que cumpliré veinticinco y un momento en el que vuelven los fantasmas de "ser joven" y donde además, me es necesario despedir definitivamente esos ataques aleatorios de adolescencia... no es cierto, mi vida nunca irá al ritmo del tiempo impuesto por quién sabe quién.

Me procupa pensar en función del "antes", "ahora" y el "después". El tiempo es complejo, cuántos dolores de cabeza académicos para conceptualizarlo... y más allá de lo que podría ser, lo cierto es que el tiempo me abruma. No en sí mismo, en el momento que lo relaciono con personas, cosas, lugares, abstracciones...

Lo que más me preocupa es mi abuela, es vieja y lo que más quiero. Tengo miedo de que un día muera y pueda olvidarla para siempre. Tengo miedo de que ella muera y que me olvide para siempre [...].