abril 12, 2018

re-comenzar

La sensación de hacerlo todo mal y lento y mal. Luego de no hacerlo y de repetirme que sí lo haré hasta el infinito. Bien, pronto, pero no ahora. Sí, es un chiste, malo, muy malo. Porque no lo hago, porque me hace sufrir.
Me da curiosidad husmear en el pasado, recordar qué era lo más motivante y cómo construía expectativas acerca del futuro.
Lo estoy diciendo todo muy atropellado. Representa un consuelo saber que este soliloquio mantiene un orden en mi cabeza y expresarlo se convierte en un verdadero  alivio.
Hace un par de días ¿semanas?, me empiojé. Es horrible saber que hay un montón de parásitos en tu cabeza y que se multiplican. Yo me autoengañaba comprando mil y un remedios en contra de la caspa. La caspa más maligna por la que mi cuero cabelludo había atravesado. Eran viles piojos, qué asco y qué vergüenza, espero no haber contagiado a nadie y maldigo a quien me los pegó. Rascarme en la cabeza de por sí ya era un tic y ahora es otro chiste malvado en mi vida.
Ya no sé qué decir, espero puedas leerme sin rascarte y que ningún otro piojo se interponga ante mis cabellos y todas esas cortesías que uno se dice después de no verse desde hace mucho tiempo.

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