diciembre 26, 2012


jodí mi radiografía

Pedí  limón y chile para el coco. Con la mano izquierda sostenía la radiografía que acababan de entregarme, con la derecha mi coco. Supuse que la radiografía no tendría problema con el hecho de compartir la atención de la mano izquierda, para que ésta se ocupara también de sostener los trocitos de coco que iba a comer. Caminé por la acera, una rama cayó en seco sobre el vidrio trasero de un sentra blanco, el conductor resultó ileso, la radiografía no. Estaba salpicada de limón y chile, pensé: cosa de cinco minutos. Tenía como diez días para reparar el daño. Mañana es la cita con mi médico, me dispuse alistar todo lo necesario para ir y recordé la radiografía. La franela roja se veía muy dispuesta a enmendar el pasado... ahora hay dos grandes manchas y unas rayas majestuosas  sobre las imágenes de mis pulmones; es preciso decir que el coco, ese sí, valió la pena. 

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