Mis padres planean la vida de mi hermana,
y se divierten mutuamente.
Me horroriza,
y me traumo.
En lo que va de la semana,
me escape al cine tres veces
y fue genial.
Estar conmigo,
abrazarme a la sombra de los sonidos urbanos,
pensar en cosas simples
y no pensar.
Ver tantas imagenes,
tomar tejuino en la vía pública
y desconectarme de la rutina
de ir a la escuela.
A veces me siento mal
de no poder decirle ésto a mi familia;
en realidad,
lo que hace que funcione,
es fácil y se resume en dos:
no quieren escuchar
y no lo quiero decir.
Es como un tesoro secreto
que mantiene vivas mis dudas
y que, no se vale decir...
Porque una vez me contó Debra,
que ya liberadas las endorfinas
vale madre el asunto....
A lo mejor no es tan así,
lo que sí, es que tener secretos
es bello y creativo,
(según lo que me dictan las palabras esta noche, claro)
y parádojicamente lo quise dejar aquí. :S
pd. hablando de secretos, jajajaja ¡no! ese, si es un secreto :P
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